Javier Mascherano confesó que terminó muy lastimado luego de frustrar el último ataque holandés en el tiempo regular.
Lionel Messi lleva el gafete, pero el capitán de la Selección Argentina se llama Javier Mascherano. El jugador del FC Barcelona habla dentro y fuera del campo, en Brasil 2014 ha demostrado ser el motor de la albiceleste.
La temporada pasada, muchos aseguraban que Mascherano saldría del FC Barcelona y hasta pusieron en duda su titularidad con la Selección de Argentina. Mascherano habló en la cancha, el feroz futbolista renovó con FC Barcelona hasta 2018 y, sin lugar a dudas, es uno de los principales responsables de que Argentina esté en la final de Brasil 2014.
Mascherano hizo el partido de su vida ante Holanda. Recuperó, defendió, luchó, atacó, distribuyó y llegó al área. Sergio Romero se llevó los reflectores, pero la jugada clave para que Argentina pudiera llegar hasta la tanda de penales la protagonizó Mascherano.
A falta de segundos para que terminara el tiempo regular, Javier Mascherano le apareció de la nada a Arjen Robben para taparle un disparo cuando se encontraba sólo en el área albiceleste. Masche quedó tendido en la cancha con un dolor que explicó al final del partido.
“Me abrí el ano. Por eso tenía tanto dolor. No quiero ser grosero, pero fue eso. Fue más virtud mía. Él me dio una posibilidad más cuando él toca, pierde un segundo, y yo gano. Lo que hice yo lo puede hacer cualquiera”, concluyó el mediocampista argentino.
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